Los cirujanos ortopédicos están rutinariamente expuestos a la radiación intraoperatoria y, por lo tanto, siguen el principio de “tan bajo como sea razonablemente posible” con respecto a la seguridad laboral. Sin embargo, la educación estandarizada sobre los efectos de salud a largo plazo de la radiación y la base de los límites actuales de exposición a la radiación es limitada en el campo de la ortopedia. Gran parte de la comprensión de los cirujanos ortopédicos sobre los límites de exposición a la radiación se extrapola de los estudios de supervivientes de los bombardeos atómicos en Hiroshima y Nagasaki, Japón. Recientemente se han llevado a cabo estudios epidemiológicos sobre el riesgo de cáncer en cirujanos y procedimentalistas intervencionistas y estudios de dosimetría sobre la exposición a la radiación real durante el trauma y la cirugía de la columna vertebral. Los cirujanos ortopédicos deben comprender los conceptos básicos y la base de los límites de exposición a la radiación, estar familiarizados con la literatura actual sobre la incidencia de tumores sólidos y cataratas en cirujanos ortopédicos y comprender la evidencia que respalda las recomendaciones de seguridad de la fluoroscopia intraoperatoria actual.
La radiación es habitual en los quirófanos de trauma. No conozco a nadie con sensibilidad química múltiple, pero aún hay otros riesgos. #JAAOS https://t.co/AFjinTWepl pic.twitter.com/QiAvuZeFYx
— Joel Gambín (@JoelGambin) 1 de agosto de 2018