Lesiones en el Golf
http://www.sportsinjurybulletin.com/archive/golf.php
Golf injuries
Common golf injuries include a torn rotator cuff, shoulder tendinitis and the infamous golfer’s elbow. Any of these injuries will hamper a golfer’s technique and prevent them from performing at their best.
To avoid golf injuries, it’s important that golfers get their swing technique as solid as possible. Amateur players are at increased risk of injury because their swing will often put excessive stress on either the shoulders or the arms.
Golfers must always remember to do a warm up. Just because they play a more slow paced sport, it doesn’t mean that they don’t need that extra flexibility that a long warm up can provide. Muscle strains in the shoulders and arms are much less common amongst golfers that warm up before teeing off.
A golfer should never just pull the driver out of his bag and start smacking balls hundreds of yards. Start out by using a pitching wedge and gently hitting some balls to loosen up the swing before gradually building up to the driver.
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I Jornadas Internacionales de Prevención de Lesiones en el Deporte
I Jornadas Internacionales de Prevención de Lesiones en el Deporte
III Congreso Internacional de Ciencias del Deporte: Prevención de Lesiones
XXII Jornadas Nacionales de Traumatología del Deporte




I Jornadas Internacionales de Prevención de Lesiones en el Deporte UCAM
Dr Ramiro Cuevas. Ortopedista Pediatra.INR
Dr Ramiro Cuevas. Ortopedista Pediatra INR
¿Qué es la Escoliosis?
http://www.hospitalitaliano.org.ar/ortopedia/index.php?contenido=ver_seccion.php&id_seccion=7699
Ortopedia Infantil y Centro de Escoliosis
¿Qué es la Escoliosis?
La columna vertebral es una estructura armónica, que, vista desde los perfiles presenta curvas anteriores y posteriores fisiológicas (lordosis cervical, cifosis dorsal y lordosis lumbar). Vista desde atrás tiene que parecer una línea recta desde la base del cuello hasta el sacro (algunos autores admiten como fisiológica una curva lateral menor de 10º), Fig. 1.




Algunas curvas pueden ser vistas cuando el paciente está parado, otras no pueden ser vista hasta que el/la paciente se incline hacia adelante.
Además de la curva espinal se pueden ver signos sugestivos de una posible escoliosis:
– Desnivel de los hombros.
– Asimetría de escápulas.
– Pinzamiento o borramiento del pliegue del talle de la cintura.
– Asimetría de los pliegues glúteos y poplíteos.
– Desequilibrio de la pelvis.
– Dismetría de las extremidades inferiores.
– Desequilibrio de la columna.
– Gibosidades en la región dorsal o lumbar. Fig. 3


Si la curva escoliótica es leve (menor de 20º), probablemente no necesite tratamiento, se indicarán controles periódicos para estar seguros de que la curva no progrese hasta que termine el crecimiento. En el periodo de crecimiento más activo los controles serán mas seguidos (cada 4 meses). Para las niñas, el periodo de crecimiento más activo ocurre durante el año previo y aproximadamente un año después de haber menstruado. En los niños ocurre entre los 12 y 16 años.
Los pacientes que tengan curvas que continúan progresando se les indicará el uso de Corsé. Este solamente se usa en niños/as y adolescentes que están en crecimiento. El corsé no cura la escoliosis. Sin embargo el tratamiento con corsé ha demostrado ser la técnica conservadora más eficaz y que evita en la mayoría de los casos la progresión de la curva si se usa correctamente. Si se le indica el uso del corsé, el paciente lo tendrá que utilizar hasta que deje de crecer o que la curva escoliótica se encuentre estabilizada. En algunas situaciones puede seguir progresando a pesar de su uso correcto.
El tratamiento quirúrgico de una escoliosis idiopática está indicado en curvas avanzadas o cuando no responden al tratamiento conservador.
En casos más avanzados de escoliosis, la columna empujará las costillas hacia afuera de su posición anatómica y se reducirá el espacio donde se encuentra el corazón y los pulmones. También pueden desarrollar inflamación y artrosis de la columna. Para prevenir que ésto ocurra o que empeore, el tratamiento quirúrgico será indicado.
El Centro de Escoliosis del Hospital Italiano (CEHIBA), creado en el año 1970, con más de 30 años de trayectoria, se dedica con exclusividad al tratamiento de las escoliosis. Actualmente se llevan a cabo en el servicio más de 40 cirugías anuales.
La cirugía de escoliosis consiste básicamente en fusionar la columna vertebral que se encuentra comprometida por la deformidad. Generalmente ésta cirugía se realiza a través de una incisión en la espalda. Para poder fusionar la columna vertebral se extraerá hueso de la pelvis del paciente y se colocará en la columna vertebral. A su vez para obtener la corrección de la deformidad, se colocará barras de acero o titanium, ganchos, tornillos o alambres (prótesis) para sostener la columna hasta que la misma se fusione con el hueso extraído de la pelvis. La instrumentación se deja en el cuerpo inclusive una vez lograda la fusión, para evitar otra cirugía.
La cirugía de escoliosis es una de las más largas y más complicadas en Ortopedia. Lleva varias horas en realizarla. La hospitalización es prolongada, y algunas actividades estarán restringidas por varios meses.
Por todo esto existen complicaciones inherentes a lo anterior, sangrado, infecciones, dolor, lesiones neurológicas, artrosis y degeneraciones discales. En algunas ocasiones otra cirugía es necesaria para corregir dichos problemas.
Aumentan las lesiones deportivas en los niños
http://www.lavanguardia.com/deportes/20120323/54275322994/aumentan-lesiones-deportivas-ninos.html
Aumentan las lesiones deportivas en los niños
Los pediatras destacan que practicar actividad física es mucho mejor que no hacerlo | Un error común es continuar practicando deporte pese a sentir dolor por una lesión
El número de niños y adolescentes intervenidos en el hospital Sant Joan de Déu por lesiones del ligamento cruzado anterior de la rodilla se ha multiplicado casi por diez en los últimos quince años. Si antes del año 2000 se operaban dos o tres casos al año, ahora se suelen operar dos al mes, según datos facilitados por Rossend Ullot, especialista de Sant Joan de Déu y presidente de la Sociedad Española de Ortopedia Pediátrica.
Las lesiones de rodilla “no son un caso aislado”, advierte Ullot. “Estamos observando un aumento de distintos tipos de lesiones deportivas que antes eran excepcionales y ahora se ven con más frecuencia en niños y sobre todo en adolescentes”. No hay ningún estudio que ofrezca una visión de conjunto de la situación. Pero la percepción de que las lesiones derivadas de la práctica del deporte están en aumento es compartida por todos los pediatras y traumatólogos consultados por La Vanguardia para este reportaje.
No se trata de un fenómeno exclusivo de Catalunya: un estudio del hospital de niños de Filadelfia (EE.UU.) presentado en el último congreso de la Academia Americana de Pediatría ha detectado que tanto las lesiones de ligamento cruzado anterior como las de menisco han aumentado a un ritmo superior al 11% al año entre 1999 y 2011.
Varios factores parecen contribuir a este aumento de lesiones a edades precoces. Por un lado, hay más niños y adolescentes que practican deporte, sobre todo como actividad extraescolar. Cada vez hay más que lo practican de manera competitiva con una dedicación y un nivel de exigencia no siempre acordes con su edad. No siempre realizan los ejercicios de calentamiento y de estiramiento adecuados para reducir el riesgo de lesiones. Y, cuando se lesionan, es frecuente que vuelvan a competir antes de estar totalmente recuperados.
Aun así, “hay que recordar que los beneficios de practicar actividad física son muy superiores a los riesgos”, destaca Vicente Molina, presidente de la Societat Catalana de Pediatria y jefe del servicio de pediatría de USP Institut Universitari Dexeus. “No hay que abstenerse de practicar actividad física por el temor a sufrir lesiones; lo que hay que hacer es practicarla bien y recordar que lo importante no es competir para ganar, sino que niños y niñas estén sanos y disfruten”.
Los especialistas coinciden en destacar la influencia -cuando no la responsabilidad- que tienen padres y entrenadores en las lesiones infantiles. Hay, por supuesto, lesiones fortuitas en que todo el mundo actúa correctamente y sin embargo el niño se hace daño. Pero “a menudo nos encontramos con casos en que los padres, más que las madres, desean que sus hijos sean aquello que ellos hubieran querido ser”, observa Marisa Cabrera, traumatóloga infantil de Sant Joan de Déu y del Institut Dexeus. “Algunos padres proyectan en el niño sus frustraciones y los presionan para que compitan”.
Una crítica similar se extiende a algunos entrenadores que intentan preparar a los niños para que ganen, más que para que disfruten de la actividad física. Esto puede ser especialmente flagrante en deportes de equipo donde los buenos tienden a ser siempre titulares y los malos, siempre suplentes. Y, sin embargo, “los niños a los que más les cuesta son precisamente los que más se pueden beneficiar de practicar deporte”, recuerda Marisa Cabrera. “El peor favor que se les puede hacer es desmotivarlos dejándolos siempre en el banquillo y haciéndoles pensar que son peores que los demás”.
También los entrenadores son responsables de que niños y adolescentes hagan los estiramientos y el calentamiento adecua-dos para reducir el riesgo de lesiones. “No todos los niños lo necesitan”, admite Rossend Ullot, de Sant Joan de Déu. “Hay niños que, por el tipo de músculo que tienen, son poco proclives a lesionarse aunque no hagan calentamiento ni estiramientos. Pero, como en un equipo todos tienen que entrenarse más o menos igual, es conveniente que todos lo hagan”.
En caso de lesión, padres y entrenadores deben cuidar de que el niño no vuelva a competir hasta que esté recuperado. “Las lesiones en edades de crecimiento pueden ser más graves que en adultos porque tienen más riesgo de provocar malformaciones”, recuerda Rafael González Adrio, traumatólogo especialista en lesiones de rodilla y cadera y director de Adrio Clinic en el centro médico Teknon.
Pese a este riesgo, “lo primero que nos preguntan a veces los padres cuando su hijo se lesiona es cuándo podrá volver a jugar”, explica Rossend Ullot. “Tenemos que explicarles que los tratamientos que reciben los deportistas de élite para acortar los tiempos
de recuperación no son los más adecuados para sus hijos, donde intentamos que la articulación o el hueso queden como si nunca hubieran estado dañados. Pero a los padres a veces les cuesta aceptarlo”.
“En caso de lesión, hay que saber parar”, destaca también Vicente Molina, de Dexeus. Y no sólo en casos de lesiones graves como fracturas óseas o roturas de ligamentos, sino también de lesiones menores como esguinces de ligamentos o dolores musculares. Ocurre a menudo que sean los propios niños y adolescentes los que quieran volver a competir en cuanto la lesión deja de molestarles. “Es importante, aunque no sea fácil, que padres y entrenadores sepan transmitirles que, aunque ya no tengan molestias, eso no significa que la lesión esté curada”, añade Molina.
No haber prestado atención a problemas aparentemente menores, y haber practicado demasiado deporte con demasiada intensidad en la adolescencia, “es la causa de mucha patología que vemos en adultos”, advierte Rafael González Adrio. Por ejemplo, “cada vez estamos viendo más casos de artrosis de cadera en adultos jóvenes, a partir de los 30 años, debidos a traumatismos repetidos por la práctica de una actividad deportiva intensa como fútbol, tenis o artes marciales”.
Vicente Molina, presidente de los pediatras de Catalunya, insiste en “no perder de vista que el objetivo es que niños y niñas aprendan a disfrutar de la actividad física. Si se lesionan o se queman, no estamos ayudándolos a disfrutarla”.
RIESGOS CLÁSICOS Y CONSEJOS BÁSICOS
BALONCESTO: Articulaciones vulnerables
El deporte que más lesiones traumáticas causa después del fútbol, según un estudio del servicio de urgencias de Sant Joan de Déu. Las causas son parecidas: alto número de practicantes, deporte de contacto, exigente para las articulaciones de rodillas y tobillos.
ATLETISMO: Cuidar las lesiones menores
No suele causar lesiones graves. Sin embargo, practicado con excesiva intensidad para el nivel de desarrollo de un niño o adolescente, puede causar lesiones musculares, así como molestias en las articulaciones -sobre todo en rodillas y cadera-. Para evitar recaídas y que las lesiones vayan a más, conviene respetar el tiempo de recuperación antes de reanudar la actividad.
ESQUÍ Y SNOWBOARD: A la nieve, con protección
Los deportes de nieve se encuentran entre los que tienen un riesgo más alto de lesiones de ligamentos y óseas. También conllevan un riesgo bajo de traumatismos craneales que pueden llegar a ser muy graves. Los médicos recomiendan practicarlos con material adecuado, con casco y, en el caso del snowboard, con protectores de muñeca.
TENIS: Ejercicio asimétrico
La práctica del tenis y otros deportes de raquetas como actividad lúdica no suele causar lesiones. Pero al tratarse de un ejercicio asimétrico, en que la mitad derecha e izquierda del cuerpo no se ejercitan igual, conviene vigilar que no cause desviaciones de la columna u otros problemas si se practica de manera intensa en edades de crecimiento.
GIMNASIA Y SINCRONIZADA: La espalda tiene un límite
Son raras las lesiones en niñas que practican gimnasia o natación sincronizada como actividad extraescolar. Pero hay el riesgo de daños en la espalda -incluidos desplazamientos de vértebras- cuando se practican con excesiva intensidad.
WII: No abusar de la consola
Los videojuegos que invitan a practicar ejercicio no han demostrado tener efectos beneficiosos para la salud equiparables a otros tipos de actividad física. Sin embargo, algo que sí tienen en común es el riesgo de lesiones, desde tendinitis por movimientos repetitivos con los mandos hasta lesiones inflamatorias por movimientos bruscos y repetitivos -por ejemplo, en codos y hombros cuando se simula un juego de tenis-.